mayo 5, 2009
Entrevista con Eva García – Valentín
Hace un par de meses, Eva García (Licenciada en Publicidad y R.P) se acercó a Mateo y a mi para conversar acerca del Proyecto Burbuja para su tesis acerca de “Movimientos antipublicitarios” (aunque nosotros no consideramos al Proyecto como anti-publicitario).
Estaba muy interesada en el Proyecto Burbuja y luego de investigar sobre el tema, nos propuso hacer una entrevista.
Mi nombre es Valentín Muro. Me encargo del Proyecto Burbuja en español para latinoamérica y los países de habla hispana.
¿Cómo surgió la idea de seguir el Proyecto Burbuja?
En marzo de 2006 llegué por casualidad al sitio del “Bubble Project” y me interesó tanto la idea que en una noche lo traduje todo al castellano y armé lo que sería el sitio del Proyecto Burbuja. Apenas terminé y antes de comentarlo con nadie más, se lo envié a Ji Lee [creador del Bubble Project de Nueva York]. Se entusiasmó con mi iniciativa y ahí comenzó todo.
En ese momento vivía en San Carlos de Bariloche, una importante ciudad turística al suroeste de la Argentina, parte de lo que es llamado el ‘interior del país’, que poco o nada tiene que ver con una gran urbe como Buenos Aires.
¿Teneis contacto con otras sedes como Il proggeto Bolla o el alemán?
Desde la mitad del 2008 que tanto el Proyecto Burbuja como los otros comenzaron a utilizar la red social Facebook para organizarse. Esta decisión impulsada por Ji fue tomada por la facilidad con la que puede compartirse información, eventos e imágenes a través de un sitio en común de tal popularidad como la que Facebook tiene.
Los usuarios pueden hacerse miembros del grupo y recibir información del mismo, además de poder compartir las imágenes que tomen de burbujas llenas.
¿Cuántos sois en la organización?
Trabajando de manera activa en el proyecto sólo somos dos personas. Sin embargo, si contamos a la gente sumada al proyecto que colabora esporádicamente el número asciende.
¿Cómo os organizais? ¿Actuais de noche o de día? ¿Con disfraces?
Cuando hablamos de la organización, cabe aclarar que hay varios pasos anteriores al pegado de las burbujas… ¡Esa es la historia que no se conoce! Primero debemos imprimir las burbujas en los tamaños que vayamos a usar (actualmente A6, A5 y A4). Una vez que tenemos esas copias hay que hacer fotocopias de ellas sobre el papel autoadhesivo. Se hacen fotocopias porque la impresión láser evita que se corra la tinta si la superficie se moja. Curiosamente, una de las partes más complicadas del proceso de impresión de las burbujas es encontrar un lugar donde nos hagan estas copias: muchos temen que el papel autoadhesivo (que está hecho para ese tipo de copias) les atasque la máquina fotocopiadora.
Cuando tenemos todas las hojas lo que queda es recortarlas y darle forma definitiva a las burbujas.
Con respecto al pegado, se trata de salir con burbujas en los bolsillos y cuando se ve una publicidad en alguna pared, en los pasillos del subte, en los carteles por la calle o en cualquier lugar que claramente pertenezca al espacio público y pueda considerarse intrusivo, se la pega de alguna manera que invite a que alguien escriba algo.
Esto puede ser de día o de noche, no importa mucho realmente. La gente no suele notar lo que estás haciendo, sumida en sus pensamientos o lo que fuera, suelen pasarte por al lado sin notar nada. Hay demasiadas publicidades en los espacios públicos y entre tanto vandalismo más agresivo que el Proyecto Burbuja a nadie le preocupa realmente.
Si bien al momento de armar o difundir una idea como el Proyecto Burbuja uno le está dando a los demás la posibilidad de que con ella hagan lo que quieran, trato de respetar ciertas reglas personales para pegar burbujas, como no pegar sobre las vidrieras o publicidades que pertenecen a algún espacio privado. Una vidriera es propiedad privada, pero un cartel en la esquina de mi casa que me grita que compre un nuevo teléfono celular no debería serlo.
La idea del disfraz, por pura diversión, en algún momento estuvo pero nunca lo llegamos a hacer.
¿Seguís otros movimientos a parte de éste?
A mi manera de verlo, el Proyecto Burbuja no es un movimiento y tampoco pretende serlo. Se trata más de un medio para realizar algo, sea para recuperar de alguna manera nuestros espacios públicos, para quitarle seriedad y/o relevancia al bombardeo publicitario o para divertirse, pero no pretende tampoco modificar una ideología. O al menos no directamente… Es decir, es lo que la gente haga con las burbujas en blanco lo que realmente va a importar al final del día y ese es uno de los aspectos más interesantes del Proyecto.
No estoy involucrado con muchos movimientos, de la índole que sean. Sin embargo, siento afinidad con las organizaciones relacionadas al software libre (por ejemplo la Free Software Foundation) y abscribo a la ética hacker.
Muchos de los movimientos antipublicitarios han venido precedidos por movimientos ecologistas, feministas, pacifistas,etc. ¿Alguno ha pertenecido o pertenece a algún movimiento alternativo?
No, no pertenezco o pertenecí a ningún movimiento, aunque trato de colaborar con Greenpeace en lo que puedo.
¿Os considerais parte del Culture Jamming?
El Proyecto Burbuja parecería quedar enmarcado bajo la definición de Culture Jamming, aunque la misma sea muy vaga y demasiado abarcativa.
¿Habeis tenido algún problema con la autoridad? ¿Me podeis contar alguna anécdota?
Apenas comenzaba con el Proyecto Burbuja, aún vivía en San Carlos de Bariloche y cursaba el antepenúltimo año de secundario. Una tarde decidí ir al centro a pegar burbujas. En Bariloche al menos en ese entonces no había tantos espacios ocupados con publicidades, aún no se habían comenzado a utilizar grandes paredones para empapelar; las publicidades por lo general estaban a los costados de la calle.
Todavía no usábamos burbujas autoadhesivas, sino que las pegábamos con adhesivo vinílico (plasticola)… Se imaginarán lo tedioso del proceso: sacar la burbuja, ponerle plasticola a la superficie, pegar la burbuja…
Mientras estaba poniéndole plasticola a uno de estos carteles me sorprendió por detrás un policía:
– Eh pibe… ¿Qué estás haciendo?
– Estoy pegando una burbuja.
El policía respondió: Dale pibe, limpiá eso.
De ahí en adelante comencé a explicarle qué era el Proyecto Burbuja, guiándome de memoria por el manifiesto, el por qué de la burbuja, cómo es que nuestros espacios públicos dejan de pertenecernos ante el avance feroz del monólogo de las publicidades, etcétera.
El policía respondió: Dale pibe, limpiá todo eso.
Casi que me daba lástima cómo no podía comprender nada de lo que le decía… Todo este conjunto de ideas que explicaba con tranquilidad y no había ni el menor intento de comprender por su parte.
No pude hacer otra cosa que limpiar los restos (que no terminaron de salir) de la burbuja y la plasticola. A la vuelta de la esquina pegué otra burbuja.
¿Sabríais decirme cuantos bocadillos llevais puestos?
Probablemente llevemos pegadas unas 250 burbujas, habiendo repartido al menos 200 más a otras personas.
¿Cuál es el mensaje en los bocadillos que más os ha llamado la atención?
También en Bariloche, la primer burbuja que alguna vez se llenó en el marco de este Proyecto Burbuja decía ‘hmmm titties’ (/hmm.jpg). Siempre me pareció curioso, pensando justamente que en esa ciudad costaría que las personas llenaran las burbujas, que la primer burbuja que pegara probablemente la haya llenado algún extranjero.
¿Alguno de vosotros tiene algo que ver o ha estado trabajando en la publicidad?
Tengo algo de experiencia en publicidad en internet y medios de comunicación. Hace varios años que asisto a seminarios y demás, casi como hobby, principalmente porque luego me es muy útil al momento de plantear campañas o asuntos relacionados a los sitios web que administro. Por otro lado, como fenómeno me interesa mucho la publicidad y sus implicancias en el desarrollo de las sociedades. Me gustaría eventualmente poder tener una opinión con validez en este campo.