Proyecto Burbuja http://proyectoburbuja.com El Proyecto Burbuja instantáneamente transforma estos molestos monólogos corporativos en diálogos abiertos y públicos. Alientan a cualquiera a llenar las Burbujas con cualquier expresión, libres de la censura. Thu, 01 Dec 2011 21:13:33 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9 Entrevista con Mariana Sarramea – Valentín http://proyectoburbuja.com/2009/11/entrevista-con-mariana-sarramea-valentin/ http://proyectoburbuja.com/2009/11/entrevista-con-mariana-sarramea-valentin/#comments Sun, 08 Nov 2009 18:24:37 +0000 http://proyectoburbuja.com/?p=124 Hace unas semanas Mariana Sarramea – estudiante de periodismo – me escribió para hacerme unas preguntas acerca del Proyecto Burbuja para un trabajo de su universidad. Aquí está la entrevista.

Nuestros espacios públicos están plagados de publicidades. Estaciones de trenes, calles, colectivos y subtes ahora nos gritan un mensaje tras otro. Alguna vez considerados “públicos”, estos espacios son cada vez más aprovechados por corporaciones para propagar sus mensajes con el solo interés de beneficiarse. Nosotros el público, somos tanto el blanco como la víctima de este ataque de los medios.

El Proyecto Burbuja instantáneamente transforma estos molestos monólogos corporativos en diálogos abiertos y públicos. Alientan a cualquiera a llenar las Burbujas con cualquier expresión, libres de la censura. Más Burbujas significan más espacios libres, mayor intercambio de pensamientos personales, mayor reacción ante los eventos actuales, y lo más importante, más imaginación y diversión.

¿Edad?

Tengo 20 años.

¿Profesión o estudios?

Curso el CBC para la carrera de Filosofía, espero comenzar la carrera el año que viene.

¿Hace cuánto que vivís en Bs As?

En el 2007 decidí rendir libre el último año de secundario para tener más tiempo libre y viajé mucho entre  Buenos Aires y Bariloche, sin embargo, desde el 2008 resido en la ciudad de manera permanente.

¿Hace cuánto que estás involucrado en el proyecto?

El Proyecto Burbuja comenzó en febrero/marzo del 2006 cuando traduje el sitio original del inglés al castellano y lo adapté para Argentina y otros países de habla hispana. Desde ese momento, y junto a otras personas, nos encargamos del Proyecto. El proyecto original – el Bubble Project – existe desde el 2004.

¿Cuál fue tu primera motivación para emprenderlo?

Apenas encontré el sitio del Bubble Project me impresionó tanto la idea que me pregunté si podría reproducirlo en mi ciudad, ahí noté que estaba el Progetto Bolla (de Italia) y sin dudarlo me puse a trabajar en la primera versión del sitio. Se la envié a Ji Lee – el creador del proyecto original – que la recibió con mucho entusiasmo y me dio los primeros consejos para que comenzara con el Proyecto Burbuja.

¿Cuál es tu motivación ahora? ¿Cambió la motivación? ¿Pasaron cosas que no esperabas? ¿Descubriste nuevos significados?

Mi motivación a grandes rasgos sigue siendo la misma de antes: jugar con la transformación de los espacios por los que transito cotidianamente y ser testigo de cómo pueden cambiar de significado. Si bien la motivación en sí no cambió, tuve que mantener la perseverancia: de haber dejado de pegar burbujas por la falta de reacción encontrada en Bariloche no habríamos llegado a ningún lado.

Por supuesto que en estos casi cuatro años pasaron muchísimas cosas, desde las primeras reacciones en Bariloche y el asombro de la gente y luego las primeras burbujas en Buenos Aires y la predisposición encontrada en otros por seguir pegando y llenando burbujas, hasta las entrevistas y el interés repentino que el Proyecto está recibiendo ahora. Uno de los mayores aciertos, también sugerido por Ji Lee, fue el uso de Facebook como herramienta de colaboración entre los interesados para poder conversar y subir imágenes de manera más cómoda.

Leí que arrancaste en Bariloche, pero sin mucho éxito y, en cambio en Bs As la respuesta fue mejor ¿Creés que el ahogo y la vida de la Capital predispone mejor a la gente a la hora de expresarse, o simplemente la gente es más desinhibida?

Yo creo que ese resultado es producto de muchos factores. En cuanto a las prácticas publicitarias, los espacios en Bariloche están mejor delimitados y la publicidad en la vía pública suele estar limitada a los lugares permitidos – carteleras sobre los costados de las calles recubiertos con acrílico – aunque en las calles principales haya afiches ilegales en los paredones. Es esta menor exposición a las publicidades gráficas lo que de alguna manera desdibuja la sensación de “invasión” que se siente en Buenos Aires y otras grandes ciudades.

Sin duda la vida en Buenos Aires tiene otro ritmo que en Bariloche y entre tanto ruido visual y sonoro pareciera hasta razonable que si aparece un espacio donde uno puede decir algo, lo diga. No creo que la mayor participación tenga que ver con las inhibiciones de las personas, sino con, justamente, la manera en que la ciudad las predispone.

¿Considerás al Proyecto Burbuja una expresión artística?

Considero al Proyecto Burbuja más bien como un medio para la expresión. Las burbujas que se pegan sobre las publicidades están en blanco y es quién llene alguna que la impregnará de singularidad, que la hará única. Pero eso no necesariamente debería ser considerado arte. No es la intención del Proyecto hacer de cada publicidad intervenida una obra de arte, pero tampoco lo impide. En más de una ocasión se usaron burbujas con un fin estético, pero la consideración sobre si eso es arte o no me excede.

¿Cómo lograste que la iniciativa se haga conocida?

La iniciativa se hizo conocida por las burbujas mismas, por la mención en distintos sitios web (tanto del Bubble Project como del Proyecto Burbuja) y por la mención de boca en boca. Lo más gratificante de que se haga ampliamente conocido el Proyecto es que la gente descargue por su cuenta la plantilla que está en el sitio y pegue sus propias burbujas y de esa manera pueda convertir todo esto en su propio experimento.

¿Cuál creés que es el principal aporte del Proyecto?

El efecto que me parece más interesante del Proyecto es el de desnaturalizar nuestra percepción de las prácticas publicitarias en la vía pública. El lograr que notemos alguna diferencia con respecto a nuestro entorno y así acercarnos al reconocimiento de esos espacios como propios. Damos por sentado que las publicidades son parte del “paisaje urbano” cuando nada dicta que debiera ser así. Por otro lado, me entusiasma otorgar la posibilidad de hacer algo con ese paisaje que después de todo se vuelve ineludible. Siendo poco probable que se quiten los espacios otorgados a la publicidad en la calle al menos podemos jugar con cambiarles el significado.

¿Cuáles son los desafíos que enfrentás a la hora de llevar a cabo el proyecto?

Uno de los desafíos es el de la regularidad, el pegar burbujas constantemente y al mismo tiempo poder hacer un seguimiento de los lugares donde pegamos para poder tomar la foto de la burbuja una vez escrita.
Otro problema es el de conseguir lugares donde poder imprimirlas, ya que por alguna extraña razón en la mayoría de imprentas se niegan a imprimir sobre el papel autoadhesivo que claramente indica que está hecho para impresiones láser.

En la web aclarás que pegar las burbujas en la calle es ilegal. ¿Tuviste algún problema por eso?

Reproduzco una anécdota que le comenté a Eva García (Lic. en Publicidad y RP) en otra entrevista:

Apenas comenzaba con el Proyecto Burbuja, aún vivía en San Carlos de Bariloche y cursaba el antepenúltimo año de secundario. Una tarde decidí ir al centro a pegar burbujas. En Bariloche al menos en ese entonces no había tantos espacios ocupados con publicidades, aún no se habían comenzado a utilizar grandes paredones para empapelar; las publicidades por lo general estaban a los costados de la calle.

Todavía no usábamos burbujas autoadhesivas, sino que las pegábamos con adhesivo vinílico (plasticola)… Se imaginarán lo tedioso del proceso: sacar la burbuja, ponerle plasticola a la superficie, pegar la burbuja…

Mientras estaba poniéndole plasticola a uno de estos carteles me sorprendió por detrás un policía:

– Eh pibe… ¿Qué estás haciendo?

– Estoy pegando una burbuja.

El policía respondió:”Dale pibe, limpiá eso”.

De ahí en adelante comencé a explicarle qué era el Proyecto Burbuja, guiándome de memoria por el manifiesto, el por qué de la burbuja, cómo es que nuestros espacios públicos dejan de pertenecernos ante el avance feroz del monólogo de las publicidades, etcétera.

El policía respondió: Dale pibe, limpiá todo eso.

Casi que me daba lástima cómo no podía comprender nada de lo que le decía… Todo este conjunto de ideas que explicaba con tranquilidad y no había ni el menor intento de comprender por su parte.

No pude hacer otra cosa que limpiar los restos (que no terminaron de salir) de la burbuja y la plasticola. A la vuelta de la esquina pegué otra burbuja.

¿Cómo esperás que evolucioné el Proyecto? ¿Cómo ves al Proyecto Burbuja en el futuro?

Probablemente se sigan sumando personas y con ellas nuevas ideas. Afortunadamente cuando la gente se interesa en lo que hacemos nos da sugerencias, nos comenta sus preocupaciones y opiniones y con eso vamos cambiando nuestra manera de continuar el Proyecto. Este es un experimento atemporal, mientras haya publicidades gráficas inundando nuestros espacios públicos, habrá lugar para una burbuja.

¿Tenés alguna forma de financiación?

No. Ojalá aceptaran cheques del Banco de la Alegría para pagar la impresión de las burbujas.

¿Estás en contacto con algún grupo o persona que desarrolle actividades similares?

En un comienzo me puse en contacto con otros grupos de Argentina como RunDontWalk (stencil) y Proyecto Fauna, pero ya hace algún tiempo que no tengo contacto con ellos.

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Entrevista con María Paula Bandera (completa) http://proyectoburbuja.com/2009/10/entrevista-con-maria-paula-bandera-completa/ http://proyectoburbuja.com/2009/10/entrevista-con-maria-paula-bandera-completa/#respond Sat, 24 Oct 2009 23:39:41 +0000 http://proyectoburbuja.com/?p=117 Cuando hicimos la nota con María Paula Bandera (para Clarín) quedaron muchísimas preguntas afuera del artículo original. Aquí se encuentra la nota completa.

¿Cómo nace este proyecto?

Valentín: Hace unos años Ji Lee se desempeñaba como director de arte de una agencia global de publicidad en Nueva York y a pesar de todas las comodidades que tenía con ese puesto, se sentía frustrado al ver cómo ideas novedosas no podían ser llevadas a cabo por la mentalidad conservadora de la cultura corporativa.

Así se dio cuenta de que la mejor manera de desarrollar algunas de estas ideas era a través de su propia iniciativa, financiamiento, producción y distribución.

De esta manera imprimió veinte mil burbujas (stickers con forma de burbuja de diálogo de historietas) y cada vez que salía las llevaba consigo, pegándolas en las publicidades que encontraba. Sorprendentemente fueron llenadas rápidamente y comenzó a fotografiar los resultados, con muchas burbujas llenas de mensajes ingeniosos y divertidos.

Desde el 2008 trabaja como Director Creativo del Google Creative Lab en Nueva York.

¿Cómo se hicieron cargo de representarlo en nuestro país?, ¿cómo surgió la idea?

Mateo: Valentín se encargó del primer sitio y fue quien encontró la idea navegando por la web. El proyecto me pareció muy interesante y en seguida empezamos a pegar burbujas por el centro de la ciudad de Bariloche, donde vivíamos en ese momento.

V: En marzo de 2006 llegué por casualidad al sitio del “Bubble Project” y me interesé tanto que en una noche lo traduje todo al castellano, armando lo que sería el sitio del Proyecto Burbuja. Apenas terminé y antes de comentarlo con alguien más, se lo envié a Ji Lee, que se entusiasmó con mi iniciativa de divulgar el Proyecto en castellano. Luego de intercambiar varios mensajes en los que me introduje más y más en el tema comenzó todo.

En ese momento vivía en San Carlos de Bariloche, que estando en el ‘interior del país’ poco o nada tiene que ver con una gran urbe como Buenos Aires. Ahí mismo fue que pegué las primeras burbujas, con una respuesta prácticamente nula en la ciudad. De hecho, la primer Burbuja llenada estaba en inglés. Ji me tranquilizó con un buen consejo: “Una vez que una Burbuja es pegada, que sea llenada es cuestión de tiempo”.

¿Cuáles son sus funciones? ¿Además  de difundir el proyecto a nivel local se encargan de otras cuestiones?

M: En este momento estamos encargándonos de remodelar el sitio en español del proyecto burbuja que hizo Valentín en el 2006. Nos comunicamos permanentemente con gente que tiene curiosidad acerca del proyecto o lo lleva a cabo en otros países e intentamos mantener el ritmo de pegado de burbujas por nuestras rutas diarias.

V: Nos encargamos del sitio web en castellano, de imprimir las Burbujas y pegarlas por todos lados, además de informar a quienes se interesan en el Proyecto, respondiendo mensajes regularmente de todas partes del mundo. Es por ello que nos escribimos con gente de España, México, Brasil, Chile y otros lugares, ayudándolos a desparramar el Proyecto por todos lados. En Argentina nos contactó gente de Rosario y Córdoba, además de Bariloche y Buenos Aires.

El contacto directo con los interesados – ahora usando Facebook como herramienta – nos alienta a seguir promoviéndolo, con respuestas muy positivas por parte de las personas que pegaron Burbujas en su localidad, y nos ayuda a mantener un seguimiento, intercambiando consejos y charlas al respecto.

¿Calificarían al Proyecto Burbuja como arte callejero?

M: Creo que sí se trata de arte callejero. Al escribir una burbuja la publicidad pierde su carácter apelativo.

Aunque su espacio no deja de ser altamente llamativo, ahora posee el poder de diálogo, la interacción entre quien la escribe y quien la lee es la interacción entre personas que comparten un mismo espacio público e inevitablemente se cruzan con muchas publicidades en sus recorridos diarios.

V: En mi opinión es arte callejero en tanto se sirve de estos espacios públicos y los transforma en un medio accesible para todo tipo de expresión, sean ideas o comentarios muchas veces muy ingeniosos. Las Burbujas son una típica intervención urbana: pegamos los stickers sobre las publicidades de la vía pública y damos lugar al diálogo, en oposición al monólogo corporativo.

Por otro lado, soy un admirador del arte callejero, en particular de los stencils de grupos locales como Run Don’t Walk, Proyecto Fauna, bs.as.stncl o del famoso Banksy (Inglaterra).

¿Qué me pueden contar de la reacción de la gente al ver las burbujitas?

M: En Bariloche, la mayoría de las burbujas eran arrancadas. En Buenos Aires hubo una respuesta más participativa. Algunas personas miran de manera extraña a quien pega una burbuja, los espacios publicitarios, extrañamente, parecen ser muy respetados por algunos. Otros simplemente los ignoran, pero la burbuja suele llamarles la atención.

V: Depende mucho del lugar donde se las pegue. Por ejemplo, y como contaba antes, en Bariloche casi que no hubo respuesta, mientras que en Capital la situación fue mucho más positiva.

Cuando pegás una Burbuja, y al día siguiente pasás y alguien la llenó, la sensación es de lo más gratificante. En principio no importa con qué se la llene, porque al hacerlo se convierte en un diálogo. Luego, con una segunda observación, muchas veces sorprende el ingenio de algunos mensajes. Es claro también que la noción de estar invadidos por las publicidades es general, y no hace falta mucho para que la gente decida participar al respecto, al mismo tiempo, otra reacción muy común es la de arrancarlas o dejarlas en blanco, quizás porque no entienden de qué se trata o creen que es aún más publicidad.

¿Hay algún lugar en particular dónde haya más cantidad de Burbujas?

V: Donde más pegamos es en la zona de Palermo y Almagro, y en Colegiales, Belgrano y Nuñez, que es donde nos movemos generalmente por la facultad y demás. Con el tiempo fue sumándose gente de otras partes de la ciudad interesadas en el Proyecto. Después de todo, meterse con el Proyecto es tan simple como bajarse la plantilla desde el sitio, imprimirla y pegar Burbujas por todos lados. Tratamos de siempre llevar Burbujas en el bolsillo o la mochila.

Por lo que estuve investigando, entiendo que Argentina no es un país en el que la gente tenga demasiada interacción con el arte callejero, público o como quieran llamarlo. En el caso del Proyecto Burbuja eso significaría que en nuestro país la participación es más baja que en otros, ¿es así? ¿De ser así a qué lo atribuyen?

M: A juzgar por la cantidad de burbujas que fueron llenadas en New York, sí podría decirse que acá la participación es menor, aunque el proyecto ya tiene cierta antiguedad en Estados Unidos. Las razones podrían ser varias, pero creo que principalmente se debe a que la gente tarda en darse cuenta que la burbuja es una herramienta para intervenir la publicidad y finalmente, de alguna manera, responder al bombardeo del mercado.

V: Hay que tener en cuenta que la manera de interactuar con la ciudad en lugares como Nueva York o Milán (donde están los otros dos Proyectos principales) no es la misma que en Buenos Aires. Acá tenemos los stencils de producción local que la gente suele admirar al encontrarlos, pero no estamos acostumbrados a involucrarnos mucho.

Cuando las personas comprenden para qué están las Burbujas, alcanza con que se llene una sola para que las demás sean llenadas al poco tiempo. Puede que la participación sea más baja pero es hasta que empieza a tomarse como habitual hacerlo. En los lugares que más pegamos, se llenan cada vez en menos tiempo.

Muchas veces le atribuyo esto a la sorpresa de ver una Burbuja en una publicidad, después de todo quién no sabe no tiene idea de qué se trata, o muchas veces pareciera ser otra campaña publicitaria. No creo que sea realmente un problema la participación, siendo constantes con las Burbujas es fácil de revertir.

¿Tienen datos sobre la cantidad de publicidades intervenidas?

V: Del 2006 en adelante debemos haber pegado unas 1000 burbujas. Estamos armando la colección de fotos para eventualmente hacer un relevamiento general de lo que se logró hasta ahora. Con todas las Burbujas que pegamos logramos hacernos conocer y que mucha gente se interesara en el Proyecto, aumentando así la cantidad de Burbujas en las calles.

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Nota en el diario Clarín http://proyectoburbuja.com/2009/10/nota-en-el-diario-clarin/ http://proyectoburbuja.com/2009/10/nota-en-el-diario-clarin/#respond Mon, 12 Oct 2009 22:22:23 +0000 http://proyectoburbuja.com/?p=101 clarin_logoEn septiembre se nos acercó María Paula Bandera para hacernos una entrevista acerca del Proyecto. Después de varias idas y venidas muy amenas, esta es la nota que quedó. Pronto subiremos la entrevista completa.

CULTURA: UNA DISCIPLINA QUE MANIPULA LOS DISCURSOS Y LAS CAMPAÑAS CORPORATIVAS

La “intervención” de la publicidad, una nueva forma de arte callejero

La movida comenzó en Nueva York. Es una forma de recuperar el espacio público.

BURBUJAS. UNA DE LAS PUBLICIDADES INTERVENIDAS CON GLOBOS DE DIALOGO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES.

BURBUJAS. UNA DE LAS PUBLICIDADES INTERVENIDAS CON GLOBOS DE DIALOGO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES. Andres D'Elia

Hace tiempo que el arte se apoderó de la ciudad. Paredes, posters y portones son como un lienzo en blanco para los artistas callejeros, quienes ahora encontraron un nuevo soporte para desplegar su arte: los carteles publicitarios. Jordan Seiler es un artista neoyorquino que a través del sitio web Public Ad Campaign organizó una creativa manifestación para luchar contra la invasión publicitaria en el espacio público. La iniciativa, conocida como New York Street Advertising Take Over (NYSAT), movilizó cerca de 80 personas, que, disfrazadas de empleados municipales, tomaron las calles de Nueva York y colocaron obras de arte de su propia producción sobre cientos de publicidades. Seiler dijo a Clarín “que muy pronto se vendrá la segunda parte”.

“Todos somos conscientes de la manipulación que genera la publicidad. Muchas veces podemos evitar esos mensajes apagando el televisor, pasando de página en una revista o bajando el volumen de la radio, mientras que en el espacio publico no hay opción por eso es necesario detener la coerción que la publicidad ejerce en la calle”, dice Seiler. Para el artista. el blanco principal son los anuncios ilegales, es decir aquellos que no pagan el canon correspondiente a la ciudad, quizás por eso sus obras de arte no tienen como propósito subvertir los mensajes publicitarios, sino “combatir el espacio que ocupan en detrimento de otras formas de expresión como los mensajes políticos y las intervenciones artísticas”. Sus obras se destacan por transformar el sentido de los mensajes publicitarios. Los artistas callejeros están acostumbrados a escapar de la policía, sin embargo, cuando se perjudican los intereses de grandes compañías el asunto se torna más serio. Si bien nunca fue arrestado, Seiler recibió varias citaciones de la Justicia por desplegar su arte en las cabinas telefónicas.

Claro que para luchar contra el avance de las publicidades en el espacio público no hace falta ser artista. Así lo demuestran el “Proyecto Burbuja” y el “Pop Down Project”. Se trata de dos movimientos mundiales, aunque sólo el primero tiene representación en nuestro país. Valentín Muro y Mateo Ferley son los responsables de haber importado la idea. Para participar sólo basta con ingresar al sitio Web (www.proyectoburbuja.com) e imprimir las plantillas de lo que ellos llaman “burbujas” -aquellos globitos que se usan en las historietas para insertar diálogos-, después sólo hay que pegarlas en las publicidades. “El Proyecto Burbuja transforma los molestos monólogos corporativos en diálogos abiertos y públicos. Alientan a cualquiera a llenar las burbujas con cualquier expresión, libres de la censura”, reza su manifiesto. Oriundo de Bariloche, Muro cuenta que llegó al proyecto de casualidad, navegando en Internet encontró el sitio de “Bubble Project”, la Web madre del movimiento. “Me interesé tanto que en una noche lo traduje todo al castellano. Apenas terminé se lo envié a Ji Lee – el creador de la idea original- quien se entusiasmó con mi iniciativa de divulgar el proyecto en castellano”. Fue en su ciudad natal que Muro pegó las primeras burbujas y, cuenta, “la respuesta fue prácticamente nula. De hecho, la primera burbuja que llenaron estaba en inglés”. Ferley señala que “en Bariloche, la mayoría de las burbujas eran arrancadas. En Buenos Aires hubo una respuesta más participativa”. Sin embargo, si se comparan las intervenciones en Nueva York o Milán, la participación por estos pagos todavía es muy baja. “Creo que se debe a que la gente tarda en darse cuenta que la burbuja es una herramienta para intervenir la publicidad y responder al bombardeo del mercado”, agrega Ferley.

El “Pop Down Project” hace referencia a otro tipo de publicidad, los “Pop Ups” que aquejan a los cibernautas. En la Web es fácil: un click en la cruz y el aviso desaparece, pero en la calle las cosas se complican. Filipe Vilas Boas, creador de la iniciativa, cuenta que estaba viajando en el metro de París cuando se sintió “abusado por la contaminación visual y mental que generaban los anuncios”.

El funcionamiento es similar al del “Proyecto Burbuja”, con un lema que podría sintetizarse en “hágalo usted mismo”. Para participar, los seguidores del “Pop Down Project” ingresan a la web (http://pop-down.blogspot.com), imprimen las cruces y las pegan “donde quieran, en una publicidad que no les gusta o que los perturba. Sin miedo, ya que están brindando un servicio comunitario”.

Artículo original

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http://proyectoburbuja.com/2009/10/nota-en-el-diario-clarin/feed/ 0
Entrevista para SocialDesignSite http://proyectoburbuja.com/2009/07/entrevista-para-socialdesignsite/ http://proyectoburbuja.com/2009/07/entrevista-para-socialdesignsite/#comments Thu, 09 Jul 2009 21:06:38 +0000 http://proyectoburbuja.com/?p=63 SocialDesignSiteEn julio de 2009, Magalie Pedrono (de SEgroup, para SocialDesignSite) se puso en contacto conmigo para una entrevista acerca del Proyecto Burbuja como parte de su investigación acerca del Social Design.

Me tomó un par de semanas y fue una divertida entrevista para hacer. Naturalmente, está en inglés.

What is the most important element/factor in your project?

I don’t know how accurate it is to say that a project really makes a difference. I believe that what people do with a project (or what they can take from it) is what really makes the difference.

The Proyecto Burbuja (or Bubble Project, as originally created by Ji Lee) depends on people for it to work: they give it a meaning.

What the Bubble Project proposes is to turn a long established monologue (advertising on public spaces or in general) into an open dialogue. This is accomplished by posting stickers that look like speech bubbles from comic strips, so that any given ad can look like a frame taken from a comic book. Once the bubbles are placed on ads, they are left blank so anyone that wants to make them say anything is now able to do so.

With this said, is just a matter of time until someone grabs a marker and makes a famous movie star say what they want them to say, or maybe make a young girl model from a poster wonder about her future (i.e. “What am I gonna do when I’m 23?”)

Although the message – or the lack of one – always matters, the most important thing about the Bubble Project is to give people the chance to say something, anything, intervening ads invading our public spaces.
The passers-by are at a disadvantage against ads: they shout at them, selling them things they not always need, sometimes almost swearing that the guy in the picture is going to save the country (and why not the world), they display pictures of happy people holding cell phones that obviously are the reason for their happiness…

We can all agree that advertising has reached a point where the message can go along any kind of visual presentation and it will still get the job done. I’m not saying that there was a time when advertising in public spaces was lucid but still… A pink bunny riding a bicycle on a field can be part of an ad for a shoes company to a pharmaceutical product to a new insecticide. It just wouldn’t matter.

But what happens when you place a bubble and no one fills it? It will probably become a part of the ad to the eye of the passerby caught off guard.

So in order for the Bubble Project to work, to have a purpose or to even exist, people are needed. People give the project a meaning by filling those bubbles and replying to the ads.
That’s why the most important element or factor regarding the Bubble Project is neither the ads nor the bubbles, is the people.

How is your project making a difference?

The Bubble Project isn’t meant to make a difference per se, as it doesn’t really try to make a message come through but rather work as a medium for messages to surface.

What the Project intends to do is to let people realize that they don’t have to necessarily accept or follow the messages that are being exposed to us, that they can in fact criticize their surroundings. Advertising in public spaces has done a great job altering the idea people have of those spaces. We see ads on the streets as if they were a natural part of the landscape, after all, we may be surprised if one day we walked around the city and didn’t find any of these accustomed images at the sides of the street.

As long as someone that looks an ad with a blank bubble and realizes that there is something happening there, the Project is making a difference.

As long as people realize that there’s really no reason why they have to take all the things advertising exposes to them, a difference is being made.

Instead of saying that some aspect of the project is in fact innovative, as I’m unaware of other similar initiatives, I think it’s best if I focus on what I consider innovative about Ji Lee’s Bubble Project.

First, I think that relying on people and their will to express themselves is one of the most important sides of the project. I think that one of the innovative aspects of the project is its tendency to be decentralized; anyone can place a bubble if they want and take a picture of it… After all that’s how the Proyecto Burbuja started: as a localized version of the original.

Anyone can start bubbling anytime they want!

On the other hand and in the same vein that social networking website Twitter has proved to be useful, it displays almost instantly what are the tendencies in society. As seen in the many pictures that Ji has collected with political messages or social comments, Bubbles have proved useful as a friendly way to see what other people think. If we followed every ad on the street we would be thinking that almost every politician has a lot of people backing him or her up. We know that ads can be misleading and that what we see is not always what we get. When you are able to see ads that through bubbles display what people think about a particular subject, it can give a proper reference of what’s the word on the street.
Of course, politics and social commentaries are just one of the many subjects that people talk about while filling ads. The categories Ji originally established were Social Commentary, Media & Fashion, Sex & Drugs, Politics & Religion, Art & Philosophy, Humour and Personal Messages & Public Art.
Some of the best pictures on these topics can be seen in his book about the project, “Talk Back: The Bubble Project”

What has been successful in your project and how do you measure/evaluate it?

Having the bubbles widely recognized is probably a success, but the greatest one was being able to witness how people started to realize that blank bubbles where there for a reason and that they could be filling them with whatever they wanted.

I evaluate success according to the impact it has on other people.

As long as someone comes with an interesting question regarding advertising, the bubbles or consumer society, then I’m satisfied. After all, is questioning of what we assume as the established order what we want to encourage.

How do you evaluate the social impact your project has on the community/world?

The Bubble Project started in New York and a few years later expanded across the world, most notably Italy (progettobolla.com) and Argentina (proyectoburbuja.com, the one I lead). Starting last year, the Bubble Project, as commanded by Ji Lee, moved to the social networking website Facebook, encouraging bubblers around the world to make their own local “Bubble Groups” where they could post their pictures and establish with ease a direct contact with people interested in the project.

I think the impact the project has had on the community or the world can be evaluated by using its inspiration as a reference. It can be confirmed by the amazing reception it has received from all over the world.

As I mentioned before, as a result from globalization and its fierce presence in the whole world, ads have become a landmark of its expansion. People don’t notice them anymore. There’s a project from Germany that tries to prove it, “Hey Ad, What’s Up?” (http://www.graphical-wellness.de/index.php?whatsup), they’ve put strange looking (and sometimes nonsensical) ads using the most common advertising clichés.
Of course the responses have been varied, but it wouldn’t be surprising if someone didn’t notice anything strange on them after a first sight.

What I’m trying to say is that people don’t usually think of ads as a deliberate use of public spaces by companies but rather a simply aspect of our every day city landscape. It’s all about people recognizing those spots on their landscape, regaining the will to win them back and shush the corporate monologue. And as we have seen, it’s an effective way of getting our public spaces back, but also, doing it so in a witty way.

What are the biggest challenges you are facing today? How you do envision the future for your project?

It’s worth noting that the Bubble Project has a different success rate depending on the place the bubbles are spread. For example, it has enjoyed great success in New York City where it first originated and some European cities like Milano in Italy, but the situation in a country such as Argentina and even in a large city like Buenos Aires shows a strikingly different public reception.

I assume that is the result of each society’s history, which clearly affects its point of view (or worldview), what makes the way people interact with their environment show some differences for each country.
For instance, what I noticed in Buenos Aires is that people already think of the bubbles placed on ads as another type of advertising. So in a sort of protection of the ads, passersby tend to tear off the bubbles not realizing that a blank bubble means that they could fill them.

Another surprising reaction is that people look at the bubbles and just stare at them in the same way a person looks at a work of art in a museum.
I’m not going one step further and making any definite claims, since I realize that evidently it is particularly strange for people to look at something so out of place as a blank bubble on an ad.

Ji once wisely advised me on this subject, when I was starting to desperate over the lack of reaction to the bubbles, saying that once a bubble is placed, is a matter of time until someone fills it. Or in this case, sadly, tears it off.

Maybe is the idea behind the phrase “Don’t touch it or you’re going break it” what crosses their minds. As an extreme reaction, I was once caught placing a bubble by a traffic officer and he accused me of placing “communist propaganda” on ads… Obviously he never got the whole “corporate monologue” explanation I tried to give him, who could blame him for being so closed-minded, it’s not that you see someone placing a blank speech bubble on a poster every day.

Luckily, and maybe expectedly, young people are who engage in filling bubbles. The information era landscape has changed a lot in the last 10 years. A teenager or young adult that doesn’t have a cell-phone is a rare thing to see. Almost everyone uses text-messages, and is this relationship with information that can be seen within the so-called culture of the text message or SMS culture what I think changes the way we think of our environment. I think this constant information input (it’s 15° C outside, Julian just broke up with his girlfriend, the exam is now on Wednesday, my sister says I have to buy milk, the president just announced rise in the price of…) that finds its most significant example in what is called the “Friend Feed” of Facebook or the “Timeline” of Twitter where you can see what everyone is doing at every moment.

Of course we aren’t going to notice the extreme amount of advertising on the streets… Wouldn’t it be strange if we didn’t receive so much information from the walls all the time? It wouldn’t be strange; it would be kind of awesome 😉

In the coming years I hope more and more people sum to the Project and make it even more known, making it even more fun to place bubbles and take their pictures. More and more people sign up to our Facebook page, so we know that a lot of people is interested, and the comments we receive are very gratifying, letting us realize that a lot of people, most of them young, have pretty interesting critics of our reality. A lot of people are willing to put their opinion out there and see if they can help improve and change our world.

While starting the study, I observed that there exist 6 main categories for social design  projects:

– Prospective/Envisioning

– Education/Knowledge

– Community (raising awareness, citizenship etc.)

– Facilitating collaborative actions/projects

– Social Enterprise (business)

– Human Interaction/Behaviours (campaigns, studies… )

1.  Which of them can you relate to most strongly? Why is this the case?

I guess I can relate mostly to the Community and Human Interaction/Behaviours categories. As I mentioned before, it’s a way for the community to do something with the advance of ads on public spaces (sometimes even seen as unstoppable, due to the lack of proper laws), and to put out their opinion. Also, if we do not have any voice in what the government does with our spaces, why not have fun in their expense. Bubbles often take the seriousness away from such mundane ads displaying perfect looking models making a sweater ad look like the fate of our lives depends on buying it. A bubble sometimes puts our feet back on the ground: it’s just an ad.

Human interaction is the communication between human beings, and after all, messages, opinions, or any form of written information is a way to communicate. The Bubble Project shows how human interaction works in an unconventional way.

2. Do you experience specific benefits or ethical dilemmas getting involved with activities relating to these categories?

I do. Anything I do that involves other human beings and the expression of their opinions in the form of dialogues fills me with joy. To engage in interesting and fulfilling discussions is always “great for the soul”, by listening to each other we grow as humans. That’s why it’s so important to do something with the monologues (sometimes even two-way monologues that do not count as dialogues when none of the parts is able to listen), turn them into active dialogues. There’s really no reason why in the current course of the history we should be putting up with whatever someone tries to print on our brains. Maybe that depicts a too science fiction-esque image, but it isn’t as farfetched as we may think 😉

These sorts of experiences help me in creating my own opinion of the world and my environment. The Bubble Project has brought me closer to other people working on similar projects, in my country and the world, giving me the opportunity to learn more and more about what is now known as Social Design. Whether if it’s through stickers or stencils, or even through the spread of “good rumours”, anything that encourages dialogue and discussion of the way we live in our world draws my attention.

I’m glad I came across the Bubble Project 3 years ago and received such a great response from Ji Lee thanks to his work and his encouragement on translating and starting the Project here, on the other side of the world. Thanks to my involvement with the Bubble Project I realized that, as the premise on the Social Design Site reads: we cannot not change the world.

– Valentín Muro – Proyecto Burbuja

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http://proyectoburbuja.com/2009/07/entrevista-para-socialdesignsite/feed/ 4
Entrevista con Eva García – Mateo http://proyectoburbuja.com/2009/05/entrevista-con-eva-garcia-mateo/ http://proyectoburbuja.com/2009/05/entrevista-con-eva-garcia-mateo/#comments Wed, 06 May 2009 21:33:13 +0000 http://proyectoburbuja.com/?p=80 Esta es la entrevista que Eva García mantuvo con Mateo.

¿Cómo surgió la idea de seguir el Proyecto Burbuja?

Yo no sabía de la existencia del proyecto, Valentín me introdujo a ella y me pareció muy interesante. Si bien al principio me parece que no entendí del todo su fin, luego de varias charlas y debates con Valen me quedó claro qué era lo que hacía cuando ponía una burbuja.
Empezamos en Bariloche, un pueblito donde vivíamos y hacíamos nuestros estudios secundarios. No hubo tanta respuesta. Al final, de las burbujas que había, la mitad terminaban arrancadas, otras vacías y solo algunas escritas. Era todo un trabajo poner una burbuja, había que pegarlo con pincel y cola, llevaba un tiempo pegarlas y era mucho menos disimulado.
Luego llegamos a vivir a Buenos Aires, capital del país. Aunque mis expectativas eran mayores creo que hubo una mejor respuesta que en Bariloche, sumado a que cambiamos la técnica del pincel por burbujas auto-adhesivas y podemos poner de manera fácil y rápida, en cualquier lugar por el que pasemos. En Buenos Aires hay mucha más publicidad que en Bariloche y ahora también muchas más burbujas.

¿Teneis contacto con otras sedes como Il proggeto Bolla o el alemán?

Sabemos de su existencia pero no podemos decir que tengamos un contacto directo aún. Ojalá pronto entremos en contacto con ellos y con los nuevos países que quieran sumarse al proyecto.

¿Cuántos sois en la organización?

Básicamente dos. Nos está costando que la gente se sume al proyecto, posiblemente por la pereza del “trabajo” que requiere imprimir y cortar las burbujas. Todos se interesan mucho, pero la mayoría pretende que le des las burbujas preparadas y les digas “¡A pegarlas!”. Obviamente, a todos nos gusta esa parte, pero hay que hacer algún esfuerzo para que todo esto tenga sentido.

¿Cómo os organizais? ¿Actuais de noche o de día?¿Con disfrazes?

Personalmente salgo, no importa a dónde sea que valla, con cierta cantidad de burbujas en la mochila. Cuando veo algún spot interesante, la pego. La gente joven mira interesada, la gente mas adulta mira con cara de “la juventud está perdida”. Pero pego burbujas sea de día o de noche y sin disfraz.

¿Seguís otros movimientos a parte de éste?

No.

Muchos de los movimientos antipublicitarios han venido precedidos por movimientos ecologistas, feministas, pacifistas,etc. ¿Alguno ha pertenecido o pertenece a algún movimiento alternativo?

No. 100% Burbujista.

¿Os considerais parte del Culture Jamming?

Si bien el proyecto en sí podría ser considerado como parte del Culture Jamming, no creo que yo sea parte de éste. Debo admitir que aunque el proyecto del cual soy parte tiene fines anti-publicitarios, parte del bombardeo publicitario por algún lugar entra en mi cabeza. Es difícil escapar de la publicidad y de los efectos de esta cuando intenta entrar por todos los sentidos y todo el tiempo.

¿Habeis tenido algún problema con la autoridad?

Valentín sí. A mi la gente mayor suele decirme cosas como: “¿que vas a lograr con eso?”, o simplemente me miran y niegan con la cabeza en forma de desaprobación.

¿Me podeis contar alguna anécdota?

Una vez, en una estación de subte (están llenas de carteles publicitarios) estaba poniendo una burbuja, ya había puesto como cinco o seis, y una chica como de mi edad se me acercó a preguntarme para qué ponía las burbujas. Le conté e intenté explicarle el fin del proyecto. Le pareció bueno y me dijo que iba a sumarse. También me pidió si podía escribir la burbuja que acababa de pegar. Obviamente le dije que sí y que no necesitaba pedirme permiso. Con un fibron rojo le escribió a la burbuja “PROYECTO BURBUJA”. Bueno, dije, es una pequeña publicidad del proyecto burbuja dentro de una burbuja, que irónico. Nos despedimos, me tomé el subterráneo y al volver luego de unas horas a la misma estación, vi que las cinco o seis burbujas que había pegado mas temprano estaban TODAS escritas con el mismo fibrón rojo. Todas decían PROYECTO BURBUJA.

¿Sabríais decirme cuantos bocadillos llevais puestos?

Sinceramente, no.

¿Cuál es el mensaje en los bocadillos que más os ha llamado la atención?

Mi mala memoria no me deja recordar eso ahora, pero vi algunos muy buenos.

¿Alguno de vosotros tiene algo que ver o ha estado trabajando en la publicidad?

No.

¿Qué es lo que más odiais de la publicidad actual?

La publicidad además de intentar vender un producto, fomenta supuestos valores que son luego adheridos a la sociedad. La publicidad no solo nos dice que existe un producto, también nos demuestra que hasta que no lo tengamos no vamos a ser exitosos, o lindos, o buenos, o “cool”. Estos valores son terriblemente superficiales, y a juzgar por la sociedad en la que vivo, veo que están totalmente instalados en la mayoría. No culpo a las personas que dejan infuenciarse por la publicidad porque no existe el momento en que podemos decidir “no voy a dejar que esta publicidad modifique mis valores”. La enfermedad del consumo ya es parte de la cultura hasta de nuestros propios padres y está implícita en nuestra educación. Tal vez el proyecto burbuja hace que la gente se replantee la manera de ver a la publicidad como algo que el individuo domina, sea quien sea, y no al revés.

Gracias por tu interés y suerte con tu tésis, espero que hallan servido las respuestas.

Mateo

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http://proyectoburbuja.com/2009/05/entrevista-con-eva-garcia-mateo/feed/ 2
Entrevista con Eva García – Valentín http://proyectoburbuja.com/2009/05/entrevista-con-eva-garcia-valentin/ http://proyectoburbuja.com/2009/05/entrevista-con-eva-garcia-valentin/#comments Tue, 05 May 2009 21:13:37 +0000 http://proyectoburbuja.com/?p=66 Hace un par de meses, Eva García (Licenciada en Publicidad y R.P) se acercó a Mateo y a mi para conversar acerca del Proyecto Burbuja para su tesis acerca de “Movimientos antipublicitarios” (aunque nosotros no consideramos al Proyecto como anti-publicitario).

Estaba muy interesada en el Proyecto Burbuja y luego de investigar sobre el tema, nos propuso hacer una entrevista.

Mi nombre es Valentín Muro. Me encargo del Proyecto Burbuja en español para latinoamérica y los países de habla hispana.

¿Cómo surgió la idea de seguir el Proyecto Burbuja?

En marzo de 2006 llegué por casualidad al sitio del “Bubble Project” y me interesó tanto la idea que en una noche lo traduje todo al castellano y armé lo que sería el sitio del Proyecto Burbuja. Apenas terminé y antes de comentarlo con nadie más, se lo envié a Ji Lee [creador del Bubble Project de Nueva York]. Se entusiasmó con mi iniciativa y ahí comenzó todo.

En ese momento vivía en San Carlos de Bariloche, una importante ciudad turística al suroeste de la Argentina, parte de lo que es llamado el ‘interior del país’, que poco o nada tiene que ver con una gran urbe como Buenos Aires.

¿Teneis contacto con otras sedes como Il proggeto Bolla o el alemán?

Desde la mitad del 2008 que tanto el Proyecto Burbuja como los otros comenzaron a utilizar la red social Facebook para organizarse. Esta decisión impulsada por Ji fue tomada por la facilidad con la que puede compartirse información, eventos e imágenes a través de un sitio en común de tal popularidad como la que Facebook tiene.

Los usuarios pueden hacerse miembros del grupo y recibir información del mismo, además de poder compartir las imágenes que tomen de burbujas llenas.

¿Cuántos sois en la organización?

Trabajando de manera activa en el proyecto sólo somos dos personas. Sin embargo, si contamos a la gente sumada al proyecto que colabora esporádicamente el número asciende.

¿Cómo os organizais? ¿Actuais de noche o de día? ¿Con disfraces?

Cuando hablamos de la organización, cabe aclarar que hay varios pasos anteriores al pegado de las burbujas… ¡Esa es la historia que no se conoce! Primero debemos imprimir las burbujas en los tamaños que vayamos a usar (actualmente A6, A5 y A4). Una vez que tenemos esas copias hay que hacer fotocopias de ellas sobre el papel autoadhesivo. Se hacen fotocopias porque la impresión láser evita que se corra la tinta si la superficie se moja. Curiosamente, una de las partes más complicadas del proceso de impresión de las burbujas es encontrar un lugar donde nos hagan estas copias: muchos temen que el papel autoadhesivo (que está hecho para ese tipo de copias) les atasque la máquina fotocopiadora.

Cuando tenemos todas las hojas lo que queda es recortarlas y darle forma definitiva a las burbujas.

Con respecto al pegado, se trata de salir con burbujas en los bolsillos y cuando se ve una publicidad en alguna pared, en los pasillos del subte, en los carteles por la calle o en cualquier lugar que claramente pertenezca al espacio público y pueda considerarse intrusivo, se la pega de alguna manera que invite a que alguien escriba algo.

Esto puede ser de día o de noche, no importa mucho realmente. La gente no suele notar lo que estás haciendo, sumida en sus pensamientos o lo que fuera, suelen pasarte por al lado sin notar nada. Hay demasiadas publicidades en los espacios públicos y entre tanto vandalismo más agresivo que el Proyecto Burbuja a nadie le preocupa realmente.

Si bien al momento de armar o difundir una idea como el Proyecto Burbuja uno le está dando a los demás la posibilidad de que con ella hagan lo que quieran, trato de respetar ciertas reglas personales para pegar burbujas, como no pegar sobre las vidrieras o publicidades que pertenecen a algún espacio privado. Una vidriera es propiedad privada, pero un cartel en la esquina de mi casa que me grita que compre un nuevo teléfono celular no debería serlo.

La idea del disfraz, por pura diversión, en algún momento estuvo pero nunca lo llegamos a hacer.

¿Seguís otros movimientos a parte de éste?

A mi manera de verlo, el Proyecto Burbuja no es un movimiento y tampoco pretende serlo. Se trata más de un medio para realizar algo, sea para recuperar de alguna manera nuestros espacios públicos, para quitarle seriedad y/o relevancia al bombardeo publicitario o para divertirse, pero no pretende tampoco modificar una ideología. O al menos no directamente… Es decir, es lo que la gente haga con las burbujas en blanco lo que realmente va a importar al final del día y ese es uno de los aspectos más interesantes del Proyecto.

No estoy involucrado con muchos movimientos, de la índole que sean. Sin embargo, siento afinidad con las organizaciones relacionadas al software libre (por ejemplo la Free Software Foundation) y abscribo a la ética hacker.

Muchos de los movimientos antipublicitarios han venido precedidos por movimientos ecologistas, feministas, pacifistas,etc. ¿Alguno ha pertenecido o pertenece a algún movimiento alternativo?

No, no pertenezco o pertenecí a ningún movimiento, aunque trato de colaborar con Greenpeace en lo que puedo.

¿Os considerais parte del Culture Jamming?

El Proyecto Burbuja parecería quedar enmarcado bajo la definición de Culture Jamming, aunque la misma sea muy vaga y demasiado abarcativa.

¿Habeis tenido algún problema con la autoridad? ¿Me podeis contar alguna anécdota?

Apenas comenzaba con el Proyecto Burbuja, aún vivía en San Carlos de Bariloche y cursaba el antepenúltimo año de secundario. Una tarde decidí ir al centro a pegar burbujas. En Bariloche al menos en ese entonces no había tantos espacios ocupados con publicidades, aún no se habían comenzado a utilizar grandes paredones para empapelar; las publicidades por lo general estaban a los costados de la calle.

Todavía no usábamos burbujas autoadhesivas, sino que las pegábamos con adhesivo vinílico (plasticola)… Se imaginarán lo tedioso del proceso: sacar la burbuja, ponerle plasticola a la superficie, pegar la burbuja…

Mientras estaba poniéndole plasticola a uno de estos carteles me sorprendió por detrás un policía:

– Eh pibe… ¿Qué estás haciendo?

– Estoy pegando una burbuja.

El policía respondió: Dale pibe, limpiá eso.

De ahí en adelante comencé a explicarle qué era el Proyecto Burbuja, guiándome de memoria por el manifiesto, el por qué de la burbuja, cómo es que nuestros espacios públicos dejan de pertenecernos ante el avance feroz del monólogo de las publicidades, etcétera.

El policía respondió: Dale pibe, limpiá todo eso.

Casi que me daba lástima cómo no podía comprender nada de lo que le decía… Todo este conjunto de ideas que explicaba con tranquilidad y no había ni el menor intento de comprender por su parte.

No pude hacer otra cosa que limpiar los restos (que no terminaron de salir) de la burbuja y la plasticola. A la vuelta de la esquina pegué otra burbuja.

¿Sabríais decirme cuantos bocadillos llevais puestos?

Probablemente llevemos pegadas unas 250 burbujas, habiendo repartido al menos 200 más a otras personas.

¿Cuál es el mensaje en los bocadillos que más os ha llamado la atención?

También en Bariloche, la primer burbuja que alguna vez se llenó en el marco de este Proyecto Burbuja decía ‘hmmm titties’ (http://proyectoburbuja.com/hmm.jpg). Siempre me pareció curioso, pensando justamente que en esa ciudad costaría que las personas llenaran las burbujas, que la primer burbuja que pegara probablemente la haya llenado algún extranjero.

¿Alguno de vosotros tiene algo que ver o ha estado trabajando en la publicidad?

Tengo algo de experiencia en publicidad en internet y medios de comunicación. Hace varios años que asisto a seminarios y demás, casi como hobby, principalmente porque luego me es muy útil al momento de plantear campañas o asuntos relacionados a los sitios web que administro. Por otro lado, como fenómeno me interesa mucho la publicidad y sus implicancias en el desarrollo de las sociedades. Me gustaría eventualmente poder tener una opinión con validez en este campo.

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